¿Tú también lo has oído mil veces? Pues, ¿sabes una cosa?, No es verdad. O al menos, no tiene porque ser verdad.
En IdeaL nos negamos a bajar la dosis de “celebrititis” aunque no tengamos cerca niños pequeños, ni una boda familiar en agenda, ni vayamos a recibir a una de sus majestades magas en casa, ni siquiera tenemos un traje de comunión en ningún rincón del armario.
Hemos decidido cambiar los aspitos por hamburguesas, las guirnaldas de colores por bigotes, las tartas con velas por cupcakes en brochetas, las nubes de algodón por mikados de chocolate, y la corona de cumpleañero por un photocall versión Las Vegas.
Todo lo que sea necesario para recordarnos que hay que aprovechar a tope las oportunidades de celebrar.
Nos hemos conjurado alrededor de unos globos plateados para convertirnos en la casa del herrero con cuchillo de hierro o (aún mejor) en la casa del carpintero con cuchillo de palo. Queremos compartir con vosotros nuestro compromiso de adaptarnos al lugar, las personas, el motivo, la situación… pero nunca dejar de celebrar especial. Merece la pena, en IdeaL os lo aseguramos por experiencia propia.
Un grupo de adolescentes que dicen y escriben “buuaa, muy muy currado” , la pareja de abuelos que celebra sus bodas de oro y se emocionan al ver la sorpresa, la madre que prepara sorpresa para su hija y los hijos que preparan sorpresa para sus padres. Todas y cada una de las ocasiones IdeaL
Al final, y aunque suena muy requetecursi: celebrar es querer. Y cómo siempre decimos en IdeaL, !no celebres por debajo de tus posibilidades!
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